La primera vez que vi el cartel de "Ames a quien ames, Madrid te quiere" me dije: Madrid no discrimina por razón del comportamiento sexual de las personas, me gusta.
Pero después de leerlo unas cuantas veces más me he dado cuenta de que el mensaje refleja una actitud condescendiente antes que un verdadero reconocimiento del derecho de cada cual a vivir su propia sexualidad sin ser objeto de discriminación.
El eslogan no dice nada de la otra persona, aquella a la que amas. No importa lo que hagas, hijo o hija mía, yo te querré siempre, parece ser la fuente de inspiración. La persona amada no es digna de ser considerada, permaneciendo en el margen del mensaje.
Si se quiere que este mensaje tenga un contenido social y no meramente individual entonces el eslogan debería ser: "Ames a quien ames, Madrid os quiere". La persona amante y la amada unidas en la misma consideración reconociendo cualquier tipo de relación.
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