Sí, sí, la crisis, ese monstruo horrible al que hay que hacer frente con todas las armas disponibles sin reparar en sus consecuencias ya que el fin último de matar al terrible monstruo justifica cualquier decisión que adopte el señor del castillo.
Ahí estamos, con las famosas clases medias anestesiadas pensando que si no gesticulan, si no mueven un sólo músculo de su cara, el señor del castillo no desvalijará su casa para costear la cacería del monstruo. Mientras el señor del castillo se hace cada vez más rico empobreciendo a sus súbditos.
El documental La doctrina del shock de Naomi Klein nos enseña que lo que ahora quieren hacer aquí ya lo han puesto en práctica en países como Chile o Argentina, por poner dos ejemplos cercanos.
Ahí estamos, con las famosas clases medias anestesiadas pensando que si no gesticulan, si no mueven un sólo músculo de su cara, el señor del castillo no desvalijará su casa para costear la cacería del monstruo. Mientras el señor del castillo se hace cada vez más rico empobreciendo a sus súbditos.
El documental La doctrina del shock de Naomi Klein nos enseña que lo que ahora quieren hacer aquí ya lo han puesto en práctica en países como Chile o Argentina, por poner dos ejemplos cercanos.