Erase una vez un hombre al que convencieron para que se comprara algo que en ese momento no podía pagar. No te preocupes, le dijeron, te dejamos el dinero y ya nos pagarás.
Al principio renunció a algunas cosas de poca importancia para hacer frente a su deuda y consiguió ir tirando sin grandes renuncias. Pero llegó un día en que tuvo que hacer frente a una necesidad urgente y cara para la que no tenia dinero y tuvo que recurrir a los que le habían prestado dinero antes.
Al principio renunció a algunas cosas de poca importancia para hacer frente a su deuda y consiguió ir tirando sin grandes renuncias. Pero llegó un día en que tuvo que hacer frente a una necesidad urgente y cara para la que no tenia dinero y tuvo que recurrir a los que le habían prestado dinero antes.