Resulta difícil comunicarse en la nueva ciudad de millones de almas, distribuidas en centenares de kilómetros, pero conectados por cientos de enlaces inalámbricos invisibles.
La nueva ciudad rompe las barreras de las distancias creando una maraña de redes donde permanecen atrapados sus habitantes en un imposible contacto físico.
La nueva ciudad rompe las barreras de las distancias creando una maraña de redes donde permanecen atrapados sus habitantes en un imposible contacto físico.