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martes, 28 de abril de 2015

Imputado, acusado, investigado, condenado

No nos gusta lo que hacemos y cargamos sobre las palabras el peso de nuestros actos. Modificamos las palabras buscando esconder la realidad obstaculizando su comprensión, pero ésta, como una mancha de crudo, termina saliendo a flote.


Ahora le ha llegado el turno a los imputados, término con el que se pretende ocultar el hecho de que las personas a las que se acusa de haber cometido un delito son obviamente acusadas. Por que no debemos olvidar que no se puede denunciar un delito sin señalar quién es responsable del mismo.
Dada la inflación de personas implicadas, especialmente entre gentes de orden cuyos casos son públicos, el término imputado ya no puede ocultar su situación legal. Por ello nos anuncian la introducción del término investigado para nombrar a las personas acusadas de la comisión de un delito.
Ante la ley sólo cabe acudir como acusado, acusador o testigo, por lo que el uso del término investigado sólo sirve para enmarañar la comprensión de la situación legal de las personas implicadas.
Y, aunque es una obviedad, hay que recordar que un acusado mantiene el derecho a la presunción de inocencia hasta que no se le declare como condenado por sentencia firme.

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